Son 5 meses sin tu presencia física, pero es el tiempo que más he sentido tu esencia. Estás más presente. Tu legado, tus consejos me acompañan. Recuerdo a cada instante los bellos momentos al lado tuyo. Gracias por todo papá. Sé que estás feliz y dichoso, Dios te tiene en un lugar muy especial.
Palabras leídas el 17 enero en las exequias de José Heliodoro Giraldo Jaramillo “Tirito”, por su hijo, Dubian Fernando Giraldo Zuluaga.
Muy afortunado me he sentido por tener un padre como tú, un ser humano sin tacha, capaz de transformar su historia con esfuerzo, dedicación y talento.
Su vida es en un ejemplo de lucha, en mi mente están grabados los relatos de tu infancia, la cual no pudiste disfrutar como hubieses querido, porque las necesidades económicas de tu hogar hicieron que desde pequeño trabajaras duro y con dedicación para ayudar a tus padres.
A sus 15 años inició a trabajar en el carro de `Nesticor´, labor desempeñada por 35 años, en este tiempo, tu entrega fue total, fueron jornadas de casi 15 horas diarias, las cuales iniciaban a las 3 de la madrugada. En los carros el pueblo granadino conoció tu gran fuerza; gracias a ella, tus hombros soportaron cargas que se pensaban imposibles para un ser humano; el trabajo era el sustento para nuestra familia, pero me atrevo a decir, por tantas experiencias contadas por tus amigos, que fue tal tu entrega, que se puede calificar, como un servicio a tu pueblo, el cual amas y siempre expresaste tu orgullo de ser Granadino.
Te convertiste en mi ejemplo a seguir, la persona que más he admirado, por tu rectitud, solidaridad, amor al prójimo, servicio desinteresado y entrega por tu familia; nos diste lo mejor: tu ejemplo de vida, y nos pones en un enorme reto, seguir tu legado, pero lo intentaré; lucharé por seguir tus pasos, buscando ser la mejor persona posible, pues tengo al mejor maestro, si papá, tu eres mi guía, mi ejemplo y más ahora que desde el cielo nos cuidas.
Me fascina tu historia de vida, y cada que teníamos una reunión familiar escuchaba con mucha atención tus relatos, siempre los llevaré guardados en mi corazón. Admiro tu lucha, tu tesón, tu amor, tu energía y positivismo. A pesar de los duros embates de la vida, nunca caíste, y siempre reflejaste la mejor actitud y tu inquebrantable fe en Dios.
El pueblo granadino conoció tu faceta de comerciante, los domingos, días que descansabas de trabajar en los carros, sacabas una mesa pequeña para negociar con relojes y cambiando pilas y manillas. Gracias a tu disciplina, las ganancias las ahorraste y sumado a los créditos de las cooperativas le diste vida a la Cacharrería la Amistad.
Gracias al creciente negocio, en 1999 fue el año de salir de trabajar en los carros y dedicarse de lleno al comercio y la relojería; en la cacharrería el pueblo conoció tu amabilidad y don de gente, fiel al nombre que escogiste, fue un espacio de trabajo, pero también un escenario de vivir la amistad, puesto que tus amigos iban a charlar ratos interminables, que luego seguían en la cafetería.
Todos los días era sagrado, antes de abrir el negocio, venir a orar al templo, porque tu fe era genuina y fuerte, para ti lo más importante fue estar en paz con Dios, y con esa paz y tranquilidad nos irradiabas amor a tu familia y pueblo entero.
Dios hoy te queremos agradecer por haber tenido en nuestras vidas todos estos años un ser tan maravilloso y con tantos valores; papá, te llevamos en nuestros corazones, tus consejos y ejemplo de vida seguirán presentes en nuestra existencia.