‘Saberes populares en el uso de plantas medicinales y sus propiedades curativas’ es el libro resultado del trabajo que, por cerca de 6 años, ha venido realizando la docente Enoris Barco Murillo en la vereda La Aguada con estudiantes y comunidad en general.
“Empezamos a experimentar con las plantas, a recoger información que nos brindaban las personas adultas y también a intercambiar plantas y conocimientos, entonces de tener tanta información de plantas, elaboramos productos y decidimos hacer ese libro”, explicó la docente.
Maximiliano Aristizábal, estudiante de la vereda y protagonista del libro junto a sus compañeros y comunidad contó que “ayudamos a moler los productos, a licuarlos”, mientras que Valentina Zapata, una joven que también participó del proceso resaltó que “aprendimos de plantas, métodos diferentes de aliviar las enfermedades básicas sin necesidad de una pastilla, sin ir a la farmacia, sino que con ayuda de las plantas medicinales fuimos combatiendo todas esas enfermedades”.
El texto, que se dio a conocer el 7 de octubre, cuenta con una recopilación de recetas a partir de plantas medicinales para tratar enfermedades comunes como el dolor de cabeza y la gripe; canciones construidas con los estudiantes, además de testimonios de personas que, volviendo a las prácticas de nuestros abuelos, lograron mejorar su salud.
Ahora este documento quedará para el beneficio no solo de la comunidad de La Aguada sino para todas las personas y poblaciones que quieran recurrir nuevamente a la medicina alternativa para evitar distintas dolencias.
“Entregamos estos libros para que otras personas lo puedan utilizar”, manifestó Alison Ocampo, estudiante que hizo parte del proceso de experimentación con plantas y de la construcción del libro.
“Es un orgullo uno poder decir que de la vereda salió ese libro y que, con la ayuda de Dios, lo va a utilizar mucha gente, lo van a replicar, y con la esperanza también de que van a surgir nuevas recetas y nuevas ideas”, destacó la presidenta de la junta de acción comunal de la vereda Guillermina Aristizábal.
Además del trabajo de docente, estudiantes y comunidad, la vinculación de entidades como el Programa de Educación Ambiental PREDA, la administración municipal y las cooperativas Coogranada y Creafam, también hicieron posible fortalecer el proceso de construcción del libro y su posterior publicación.