Por: Emerson Vergara, locutor Granada Stereo.

Palomas revoloteando, el sonido de las campanas del templo que llaman a la misa y las escaleras anunciando con su bocina que van a salir, hacen el marco perfecto para iniciar un negocio del que muchos conocen y hacen parte, pero del que no se habla tanto.

Y es que en Granada ese negocio se mueve día a día sin necesidad de pagar un arriendo y mucho menos impuestos, pero hace parte del paisaje que adorna las calles y cafeterías granadinas. Hablamos de la venta, cambio, trueque, empeño, parte de pago y muchas cosas más de las que imaginamos se pueden hacer con los relojes.

Una sombrilla de la muy conocida cafetería Gardenias, se vuelve la oficina de este negocio y las sillas, el mobiliario perfecto para que Mermeja, el Mocho, Rosalino, Miguel Chirrillas, Sabajón y otros cuantos ‘cuchachos’ muy conocidos en el pueblo, muestren su surtido, como exhibiendo lo que se trae para el negocio del día.

Muy particularmente, cada uno de los comerciantes que a esta cita acuden, comienzan esculcando los bolsillos de sus camisas y pantalones, y empiezan a sacar estos pequeños pero útiles accesorios personales… los relojes.  Otros hasta con riñonera y, algunos más animados, exhiben de a cuatro y hasta cinco relojes en un solo brazo, dando a conocer un mostrario más amplio para empezar a mover el negocio.

‘Cambiaste un Rolex por un Casio’ es lo que dice Shakira en uno de sus más recientes éxitos musicales, y acá en Granada se cambia de todo cuando de hacer negocios se habla, porque marcas como esas, el Q&Q, Yess, Seiko, Tissot, entre otros, hacen parte del vocabulario de estos comerciantes en sus charlas diarias; además con su experiencia son grandes conocedores y te pueden decir cuál es el original y cuál es una copia, o como decimos aquí uno chiviado.

Cambios van y cambios vienen. Mientras tanto, uno le dice al otro: recuerde que me quedo debiendo la ‘encima’. El otro cuenta cuánto le gano al otro en el reloj que negoció y ofrece otro reloj que tiene “muy bueno también para vender”.

A veces, creería uno, es así que se mueve el negocio de los relojes en Granada, del que estos emprendedores, si se pueden llamar así, sacan sus ganancias. Mientras tanto, otros tantos que se ocupan precisamente de la venta de estos, como Carlitos Aristizábal, donde Tirito y más negocios, podrían no estar tan contentos, porque ven como los relojes que posan en sus vitrinas, pasan los días exhibidos mientras, en la plaza principal, se incrementa la venta.

Así se mueve el cambalache de relojes en Granada.