Por: Faiber Salazar
Twitter: soy_fai

A pesar de una infancia un tanto complicada, el deseo de aprender y medírsele ‘a todo’ primó sobre esas adversidades, y se convirtieron en el aliciente para proyectarse y convertirse en la persona que es hoy.

“La infancia fue muy dura, de muchas necesidades. Cuando eso la casa era de bahareque, aquí por detrás de la escuela de niñas”, recuerda.

El orden y la limpieza, su estilo elegante y el lucir siempre organizada y maquillada, hablan claramente de su gusto por la belleza. “Yo en Medellín empecé a ver unas clases de belleza y me gustó. Vine aquí y empecé a trabajar con Cielo López, después empecé a trabajar a domicilio; desde el 82 empecé a motilar prácticamente”.

En cuanto a la culinaria, es una cualidad heredada de su madre, quien tenía una sazón única. Recuerda que lleva ya “más de 27 años en esto”, y una de las razones es su gusto por comer rico y diferente. “O sea, a mi me gusta es porque se hace con amor, y lo mejor para uno es ver que las personas dejan el plato limpiecito”.

Solo el amor por su esposo Toño y su hijo David, además de sus nietos, desplazan al segundo lugar todas sus pasiones, pues son estos los seres que llenan de alegría su día a día y le recargan de vitalidad.

“A Toño lo conocí en Rionegro. Él y yo convivimos prácticamente 13 años, a los cinco nació mi hijo y ya en la primera comunión, cuando él cumplió los ocho años, nos casamos”. David por su parte es para doña Marina “lo más hermoso que yo he tenido en esta vida. Diario nos llamamos o nos chateamos, hijo te amo, madre te amo, y picos, y abrazos y bendiciones”.

Y es que no todo en la vida de Luz Marina es trabajo, también dedica tiempo para disfrutar y compartir con amigos al ritmo de buena música, otro de sus gustos más evidentes. “A mí me ha encantado la fonomímica y la música romántica. Tormenta, Janeth, Maricela, Ana Gabriel, Miriam Hernández, me ha encantado todo eso de fonomímica y por ahí las hago todavía cuando estoy ya prenda”.

Cada uno de los logros de Luz Marina se han dado en su natal Granada, lo que para ella le da más valor a cada cosa que ha conseguido. “Para uno es una felicidad sentirse granadino, para mi es mi orgullo, yo del pueblo no me voy fácil”.