Miércoles, 24 2024 Abril

Sábado, 16 Enero 2021

Por Dubian Giraldo. 

Con la llegada de enero inmediatamente vuelven múltiples recuerdos de aquel inicio del año 2020 cuando el cáncer que pensábamos habías superado reapareció con mayor dureza; hizo cambiar por completo tu semblante, pero nunca tu espíritu de lucha.

Tu voz un poco agotada, pero sutil y amorosa expresabas que todo estaba bien, porque nunca diste el brazo a torcer, inclusive cuando la doctora de cuidados paliativos informó que medicamente no había solución. Tú, con esa fe inquebrantable pusiste todo en manos de Dios, aceptando la voluntad divina, sin reproche.

Esa escena nunca la olvidaremos, estábamos tan conmovidos y afligidos a la vez, era algo que nos resistíamos a creer, pero tú nos diste el valor para seguir, fuiste tan fuerte, que tu paz interior nunca se desdibujó, como el más valiente asumiste tu realidad, y como fue tu constante, seguiste para adelante.

El viernes 17 de enero a las 3:50 de la mañana murió en el hospital San Vicente Fundación de Rionegro, el gran referente de la familia, el guía y faro de nuestras vidas, fue un impacto muy fuerte, el más duro que hemos enfrentado.  

La familia asumió con resignación la noticia, dimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, te acompañamos a cada hospitalización, examen y procedimiento médico, demostrándote lo orgullosos que nos sentíamos de ti, estuvimos ahí, colocando nuestro mano de apoyo y motivación.

A un año

Hoy, un año después seguimos acá con tu recuerdo más vivo y presente que nunca. Te cuento que mamá asumió tu liderazgo en la familia, está pendiente del negocio que iniciaste en el año 1991, todos los días junto a mi hermano Darío se disponen para atenderlo con la misma amabilidad y dedicación tuya.

No ha sido un año fácil, toda esta situación del Covid -19 ha cambiado muchas cosas, pero tu legado nos alienta a seguir luchando, como fue tu constante. La familia sigue muy unida, en comunicación permanente alrededor de mamá.

En todo este tiempo las muestras de solidaridad han sido múltiples, el abrazo social es reconfortante, las anécdotas tuyas de quienes te conocieron se convierten en inspiración.

Queda en nuestros corazones un sentimiento de gratitud desbordado por tanta bondad. Somos conscientes que todo es fruto de una existencia formidable como la tuya, el resultado de tu entrega, don de gentes y servicio.

Son 12 meses sin tu presencia física, pero es el tiempo que más he sentido tu esencia. Estás más presente. Tu legado, tus consejos me acompañan. Recordamos a cada instante los bellos momentos a tu lado. Gracias por todo.  Sé que estás feliz y dichoso, Dios te tiene en un lugar muy especial.

Tu ejemplo y lucha quedan impregnados en el ser de cada uno de los miembros de la familia y en la comunidad queda tu legado de servicio, amistad y honestidad.  

 

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