Por: Santiago Mazo.
Era un miércoles 6 de diciembre del año 2000, la primera navidad del nuevo milenio, la emoción se notaba en todas las personas, era un día tranquilo, los ancianos sentados en las bancas de los parques intercambiando ávidamente relojes, las señoras en las aceras de sus casas aguardando la hora del almuerzo para recibir a sus esposos, los niños corrían emocionados y llenos de euforia por las empolvadas calles de Granada aguardando el día de las velitas 2 días más tarde, y el inicio de las novenas de aguinaldos.