Aunque su llegada a Granada hace 24 años se dio en medio de problemáticas de racismo que también existían dentro de la comunidad, mediante su trabajo y su actuar incorrupto, Eneida Palacios Valencia ha sabido ganarse el cariño y respeto de todo el pueblo granadino.
“Al comienzo, cuando llegué al municipio, fue un poco difícil para que la gente me conociera y me aceptara. Fue traumático porque cuando yo vine acá, siempre existían las barreras del racismo y esas cosas, pero afortunadamente con el tiempo y con el trabajo y ya la gente conociéndome, me aceptaron”, recuerda.
Su labor, que no es sencilla, además de permanente capacitación y formación, le exige de carisma y disposición de servir. Con frecuencia se encuentra con el reto de hacerle ver a los pacientes, especialmente a los más pequeños, pero también incluso a sus padres, de la importancia de las vacunas, del aporte que estas hacen a que tanto niños como jóvenes y adultos tengan un presente y futuro más saludable.
“Realmente para estar aquí en este puesto es de corazón. Vacunación es 7/24. O sea, usted si no está aquí, está en la casa pensando qué me faltó por hacer, mañana debo hacer tal cosa, mañana lo otro. Muchas veces le tocan a uno niños difíciles, pero de por sí los niños son muy tiernos y son chéveres. A mi me gusta mucho trabajar con niños, me encanta estar en conversación con la comunidad”.
Hoy, luego de todo el tiempo que ha pasado conviviendo entre los granadinos y poniéndose a su servicio, se le escapa un suspiro al afirmar que “Granada significa todo. La verdad yo siempre he dicho que todo lo que yo tengo acá y lo que he logrado acá, en otra parte no lo hubiera logrado, porque en Granada todo se me ha facilitado. Entonces para mi Granada significa todo, no solamente por la parte económica sino por lo profesional, por la parte humana. Yo acá aprendí muchas cosas, lo que es el valor de la familia, de la religión”.
Granada únicamente no le ha permitido a Eneida desarrollarse profesionalmente, pues también le ha dado la oportunidad de formar a sus tres hijos y es por ello que su gratitud con el pueblo y su gente están a flor de piel. “Le debo mucho, mucho, mucho a este municipio, porque mi sueño era que mis hijos fueran profesionales y en este momento tengo una hija, la mayor, que es profesional, es contadora pública. Tengo otros dos hijos. Daniela está estudiando arquitectura, está en el séptimo semestre y Sebastián estudia ingeniería biológica y está en el sexto. A Granada le debo todo lo que soy en estos momentos y lo que van a ser mis hijos. Mi sueño es que ellos terminen la carrera y estar aquí en el municipio para poder después servirle a la misma comunidad”.
En estos momentos de pandemia la actividad de Eneida como profesional de la salud, la hacen junto a todo el personal de la E.S.E Hospital Padre Clemente Giraldo, los principales actores a la hora de hacer frente al virus del covid 19, por lo que ya, con la llegada de la vacuna, se acrecientan las expectativas con miras a lograr la inmunidad para la población granadina, a quien se debe.
“Las expectativas mías en cuanto a lo que nos concierne en estos momentos, que es lo de la pandemia y la vacunación del covid 19, es llegar a cubrir a toda la población del municipio de Granada. Que estemos protegidos para que tengamos calidad de vida”.
Mientras trabaja para seguir realizando tanto sus sueños familiares como los que tienen que ver con su ejercicio como funcionaria de la salud, Eneida continúa disfrutando de cada momento de su vida en el municipio con la alegría y energía que la distinguen, y aportando su granito de arena para que los que hoy considera sus coterráneos tengan una mejor salud y por ende mejor calidad de vida.