Desde que se empezó a escribir la historia de Granada, la fe ha sido una de las características más marcadas de nuestros antecesores, y es por eso que, para cada generación que ha habitado este terruño, los templos han sido ese lugar que nos acerca más con Dios y nos permite entablar a cada quien una conexión más íntima con Él, el espacio que posibilita meditar, reflexionar y poner en manos de ese ser superior desde la vida misma, hasta los logros y las dificultades.

200 años han pasado ya desde que el 12 de enero de 1822, el presbítero Ramón Gómez, párroco de Vahos para la época, bendijera el nuevo templo parroquial -hoy templo filial-, después del traslado del municipio desde la vereda Las Vegas. El padre Clemente Giraldo fue quien construyó las dos naves laterales y el frontis del templo, y el padre Ramón Gómez se encargó de darle los últimos retoques y posteriormente bendecirlo.
El padre ramón Gómez fue el segundo párroco de Granada después de el presbítero Francisco Javier Gómez, y ejerció durante 45 años teniendo una gran influencia en el discurrir pastoral y social del municipio. Se recuerda sobre él que era tanto el cariño de la gente, que cuando falleció fue llevado a El Santuario y la comunidad fue hasta allí a pedir que sus restos fueran traídos hacia el municipio.

El templo filial además de ser un símbolo de la fe y la religiosidad del pueblo granadino, es considerado, por su arquitectura, patrimonio histórico y cultural del departamento desde el año 1986, y este 12 de enero fecha en la que se cumplen los 200 años de su construcción y bendición, la parroquia Santa Bárbara celebrará una eucaristía para conmemorar esta efeméride.