Los rostros sonrientes de los 155 niños que se benefician del Centro de Desarrollo Integral Fuentecitas del Saber y las docentes, evidenciaban la alegría de estar nuevamente en su propio espacio, en el que cuentan con todas las condiciones para recibir una atención integral, más aún después de pasar varios meses compartiendo sede con los adultos mayores en el Centro Día Arnoldo Hoyos, un lugar con menos espacio y en el que podían interferir con el desarrollo de algunas de las actividades.