Domingo, 05 2024 May

Con canciones como un amor en la calle, vivo como un rey, a mi pueblo querido, mientras viva, en horas de oficina y una lista de éxitos que continúa, brilla el proyecto musical de Los Federales de Colombia, que con su voz líder Rigoberto Daza, se dio a conocer en el mercado musical.

De la cuenca de San Matías, la que adorna sus montañas con surcos de zanahoria, papa, entre otras hortalizas que con sus colores diversifican el paisaje, ese que oxigena de aire puro lo pulmones de Isa. El campo, la familia, la cicla y el amor por su oficio son la gasolina que llenan el tanque de motivación de esta joven que desde los catorce años decidió buscar una fuente de empleo en lo que le apasiona, embelleciendo las uñas de sus clientas.

Con la repostería inició a darle vida a una pasión que viene de familia: la alimentación saludable; y ahora que se ha despertado el espíritu emprendedor que todo granadino lleva dentro, Isabel decidió jugársela por un punto físico en el que además de ofrecer una nueva opción para el esparcimiento con amigos y familia mientras se divisa la dinámica de la variante, sigue enfocada en lo que ama.

Desde el calor de su hogar, rodeada de sus cuatro hijos, surgió en Carolina Barrera su emprendimiento, mediante el cual pinta sonrisas, reaviva la llama del amor y fortalece lazos de amistad. Días antes de celebrar el día del padre, se ingenió la idea de crear un detalle para homenajear su rol dentro del hogar.

Las huellas de sus botas van quedando marcadas a cada paso que conduce a su hogar, ubicado a sólo unos minutos del crucero de Las Vegas. Al llegar allí la brisa y la vista se vuelven el atractivo de este lugar. Desde la acera de su casa al lado de sus dos hijos cuenta de su emprendimiento el cual consta de cajas de regalo, desayunos, anchetas, carteleras, tarjetas y decoración para todo tipo de fiestas.

Los emprendimientos se han convertido en el salva vidas de los jóvenes granadinos que se resisten a dejar su pueblo, este el caso de Dulce Alegría MTM, un proyecto familiar que nació en tiempos de pandemia.

Mientras amasa la mezcla de buñuelos, don Jesús relata que su día inicia a las 4 de la mañana. Todavía está oscuro cuando llega la buñuelería, luego se desplaza hasta Intercomputo y, al llegar allí, la trabajadora ya ha adelantado parte del proceso que consiste en preparar el queso con la harina, huevos, hacer la mezcla y molerla, para luego disponerse a darle forma a los buñuelos, fritarlos e iniciar con su distribución en las cafeterías alrededor de las 6 de la mañana.

Sus primeros años transcurrieron en la vereda Malpaso, donde rodeada de naturaleza y de su familia, aprendió a disfrutar de las cosas más sencillas como cualquier niño de su edad. Estudió en la escuela de la vereda hasta el grado cuarto, cuando tenía doce años, y posteriormente se trasladó junto a sus padres y sus hermanos a la cabecera municipal.

Inicialmente Manuel pareciera ser un hombre irreverente y como que parece que no va a caer bien en el grupo, luego te das cuenta que su cultura es así. No se guarda nada de lo que piensa y por eso hay veces se dificulta comprenderlo.

Un dulce, una palabra cordial y un trato amable, seguramente siempre recibirá cualquier persona de parte de Darío Giraldo; estos fueron los cimientos que fue solidificando en sus años de infancia en la vereda La Cristalina, en compañía de sus padres y sus tres hermanos, mientras disfrutaba de la paz del campo. Recuerda que allí vivió una niñez inolvidable, en la que disfrutaba de juegos como carritos, quemados, bolitas, yoyo, y de todos disfrutó en compañía de sus primos.