¡Pa que se caguen de la risa!
A los ocho días que el Gobierno Nacional decretó que debíamos entrar en cuarentena para prevenir el contagio del COVID19, mi cuerpo comenzó a sentir algo extraño. Los primeros tres días lo vi muy normal, pero el domingo en la tarde me ponía a pensar ¡marica! viernes, sábado y domingo sin dar del cuerpo, no jodás. Pero ya el lunes si me comencé a preocupar y en mi mente comenzaba a realizar un recuento de cuando había sido mi última cagada.