Este que era su sueño, Emilia pudo hacerlo realidad después de recibir “unos milloncitos” de indemnización por ser víctima del conflicto armado.
Para celebrar el logro de remodelar su casa, “la Doncella de Granada” invitó a instituciones y comunidad a una eucaristía que presidió el párroco Sergio Augusto Botero, quien posteriormente hizo un recorrido por la vivienda para bendecirla.
Con su vivienda “como nueva”, lo único que entristece a Emilia es no contar con la compañía de su hermana Eloísa, quien falleció; eso sí, vive siempre acompañada de Dios y la Virgen.
Con los reciente arreglos en su casa, Emilia ahora se dedica a mantenerla organizada y a cuidar sus gallinas; y cuando está bien de salud sale a la eucaristía, que no le puede faltar y a recorrer las calles del municipio pidiendo la colaboración para ayudarse en su sustento.