La vida de Edison Giraldo en el seminario

Edison Giraldo, era un joven seminarista, con gusto por el sacerdocio. Tenía grandes aspiraciones en el clero, lo apodaban “El Mono” y sus acciones de gaminería eran restos de lo que había cultivado en el colegio con los compañeros.Por Jeison A. Giraldo, locutor Granada Stereo.

Sin embargo, hoy, luego de muchos años de Edison haber dejado el seminario, se le nota la disciplina que aprendió en su tiempo de seminarista. Por cosas del destino, factores que no vale la pena mencionar, tuvo que dejar el seminario, pero dejó huellas imborrables en su paso por querer conseguir el sacerdocio.

Sergio Augusto Botero, quien fue párroco en Granada durante varios años, lo recuerda con mucho cariño porque incluso fue él quien le hizo la entrevista para aceptarlo en el seminario. Con cierta gracia recuerda Edison esa entrevista, porque el padre le hacia bromas y le mostraba cosas bonitas del mundo a las que debía renunciar solamente por su decisión de ser cura.

“Así siempre ha sido el padre Sergio, bromista” es la conclusión a la que llega Edison Giraldo, quien hoy se destaca por ser un comerciante con un buen porcentaje de altruismo en la tierra de la Salsa: Cali.

El gran robo

Marquitos, o conocido como “Chocolito”, era un cura que se ordenó el siglo pasado y hasta entrado este siglo, luego de su justo retiro, presidió algunas eucaristías en el templo filial.

Cuando “El Mono” llegó al seminario se enamoró de la moto de Marquitos y constantemente le pedía que se la vendiera, pero el padrecito se negaba porque esa moto era muy importante para él.

Pero “El Mono” insistía mucho, “no se sabe quien quería más la moto, si Marquitos o “El Mono” dice Didier, un testigo de la historia y quien fue compañero en el seminario.

Da la casualidad que “El Mono” se va del seminario y la moto desapareció, nadie dice nada, pero en el seminario ya se sospecha quien se la llevó. Según lo que entendí mientras me contaban esta historia, ni el padrecito dijo nada. Solamente represó la rabia por si algún día veía a Edison.

A simple vista es injusto decir que el seminarista Edison Giraldo, “El Mono”, se robara la moto, no da para creer semejante historia, no señor.

Lo cierto fue que un día cualquiera a Edison se le ocurrió ir a visitar a sus excompañeros al seminario y se encontró con Marquitos, que inmediatamente lo vio soltó toda la rabia que tenía represada contra él y de muy malos modos le reclamó la moto.

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