La Central Mayorista, un sector que no duerme

A escasos días de terminar mis vacaciones, el sobrino me dio cita y me dijo “tío, mañana nos madrugamos a las 02:00 de la mañana para la plaza” yo acepté con cierta pereza. Le dije, ¡Mariquita!, dicen que al que madruga Dios le ayuda, pero en ese orden de ideas, con esa madrugada tan macha que nos vamos a pegar, nos va a tocar ayudarle a Dios.

Por: Yeison A. Giraldo

El poder del pasa-cintas lo tenía yo, a esa hora me parece que suenan muy bien los boleros y le di la orden al Spotify que iniciara con uno de mis favoritos “Noches de boca grande” y desde San Javier hasta la Mayorista no dejamos de disfrutar la música que le puse.

La mayorista es un sector de la ciudad de Medellín que no duerme. A la hora que llegamos el sobrino y yo, ya había gente trabajando: Cargando bultos, parqueando carros, tintos, gaseosas, pasteles…, en síntesis, todo lo normal de un pueblo en pleno fin de semana a medio día, eso sí, con la diferencia que allá es en la madrugada.

Yo vivo en una burbuja. De Granada a Medellín no solo hay una gran cantidad de kilómetros que nos separan, sino también una vida totalmente diferente a la que vivimos en los pueblos. Creí que, al llegar el sobrino y yo a la plaza, la Central Mayorista, tendríamos que esperar que abrieran o que llegaran los productos para cargar el camión de nosotros, pero no. Los productos están listos a esa hora.

No deja de ser impactante y necesario que la gente que trabaja con los alimentos en Colombia este siempre lista para hacer su trabajo. Este es un reconocimiento no solo a los que trabajan en la Central Mayorista, sino también a todos los que día a día se levantan a cultivar y que hacen un esfuerzo importante para que los productos lleguen a los hogares del país.