Después de una semana de oración, los granadinos vuelven a sus quehaceres

De nuevo, vueltos a la realidad se han visto o más bien nos hemos visto muchos paisanos que durante estos días santos estuvimos de peregrinación y reflexión en el municipio de Granada.

Por Emerson Vergara, locutor Granada Stereo.

Y es que después de meditar, de mucho tiempo para algunos sin poder venir a la tierrita a saludar a familias y amigos, dedicados solo al trabajo en las diferentes ciudades, dizque para uno salir adelante que es lo que se dice, se olvida uno del pueblo que lo vio nacer y son estas fechas en que se busca regresar.

Largas filas tal vez para comprar un tiquete, para otros con permisos del patrón después de que uno arriesgara hasta días de descanso era la manera de venir a Granada.

Algunos con plata prestada era la única manera de viajar, pero lo hicieron, otros cuantos de farándula con carro nuevo chicaneando, pero lo que pocos sabían es que era alquilado en una de esas tantas agencias que se dedican a eso.

No faltaron además los que se endeudan con la pinta para el Jueves y Viernes Santo, y es que a veces las funciones como la sentencia y el mismo viacrucis, las calles de Granada se vuelven pasarela de Milán, mujeres muy bonitas, muy bien arregladas para que decir que no, se vieron desfilando en el municipio, no importó el calor insoportable que hizo ese viernes, y mucho menos el recorrido, los tacones y botas altas no faltaron y es que como dicen muchas, primero muerta que sencilla, y así soportaron todo el recorrido con sus perchas, no se quitaron sus chaquetas y menos los tacones, para ellas lo más importante era no pasar desapercibidas y llamar la atención. Bueno, aunque muchos si pensamos ¿cómo hacen esas viejas con esas chaquetas y con este calor?, ya huele a pollo asado o se están cocinando decían otros, pero eso no basto, pues las curitas, micropore y hasta esparadrapo serian el remedio para los pelones y talladuras de los zapatos.

Los hombres tampoco se quedaron atrás y muchos lucieron sus pintas el jueves santo en el tradicional desfile con cirios en las horas de la noche, pintas que sufrieron con la esperma y quemaduras de las velas.

Ya el sábado temprano a muchos con apenas el señor recién ingresado al sepulcro ellos también debían ingresar temprano a sus trabajos, no tenían permiso como otros cuantos privilegiados hasta el domingo para quedarse.

El desfile de resurrección, muy bonito, por cierto, se mezclaba muy bien con la gente haciendo fila en la Flota Granada comprando un tiquete para viajar ese mismo día para retornar a las ciudades, algunos otros con mejor suerte, porque mamá es mamá y se levantó temprano a echarle coca, para que el niño o niña que viajaba no le tocará ir a hacerse el desayunito y el almuerzo por que que pecado, no les quedaba tiempo.

Y volviendo a la realidad, ya es lunes de pascua y para muchos, empieza de nuevo ese viacrucis en la ciudad, de tener que seguir madrugando a hacerse el almuerzo, a coger el bus y a soportar el genio del patrón haciendo feo porque uno le debe la plata que se gastó viniendo a Granada a Semana Santa y esperar pagarle pronto para decirle de nuevo en diciembre y en fiestas del retorno présteme plata que me voy pa’, mi Granada.