El Padre Francisco Hoyos Ossa, quién les abrió las puertas de Granada, detalló que “tuve la idea de que vinieran a trabajar entre nosotros. Lo logramos gracias a Dios y estoy seguro de que, en estos 25 años, han hecho una labor formidable en el cumplimiento de esa misión que ellas están llamadas por su carisma a realizar en la iglesia”.
Luego de un momento difícil en el que se vieron obligadas a cerrar su sede en el municipio de La Unión y pasar a vivir en Marinilla en una pequeña casa, la comunidad de las Hermanas Siervas del Santísimo Sacramento llegaron a Granada de la mano del presbítero Francisco Hoyos, quien les ofreció un lugar para vivir y las motivó a trabajar con el pueblo granadino.

“Nos llama Monseñor (Flavio Calle) un 24 de diciembre y nos dice que él ha pensado mucho en nosotras, que él deseaba ayudarnos y que aquí en Granada había una casa porque unas religiosas se iban a ir porque les habían regalado una casa en Medellín y la casa quedaba sola, que si nosotros aceptaríamos… Vimos enseguida la Providencia de Dios, la mano de Dios y en una semana se organizó todas las diligencias y desde eso estamos acá”, explicó sobre la llegada de su comunidad al municipio la Hermana Teresa Duque.
La congregación tiene por carisma la adoración del Santísimo Sacramento y a partir de este desarrollan su labor apostólica con niños, jóvenes y grupos pastorales. Son tres hermanas de esta comunidad las que actualmente están en el municipio brindando acompañamiento a la comunidad y apoyando diferentes labores de la parroquia.