
La construcción de este escenario que tuvo un costo de 64 millones de pesos, permanece en la memoria de cientos de granadinos, al igual que las primeras cestas y chutes de balón de muchos deportistas que más adelante se destacaron en las distintas selecciones en el ámbito regional y departamental.
Son 30 años del templo del deporte de Granada, en el que no solo hay recuerdos de celebraciones del niño, el padre y de la madre o competiciones deportivas, sino que también se siguen formando los nuevos talentos en cada disciplina deportiva.