Su talento, que ha ido forjando con disciplina, sacrificando horas de sueño y salidas con amigos que ha cambiado por largas jornadas de entrenamiento, ya han dado frutos que guarda en su memoria, “fue como la quinta carrera, eran unos 600 metros, empezamos y yo iba de las ultimitas y me le empecé a pasar a todas y quede de primera con mucha ventaja y la felicidad de mi papá, de mis familiares fue muy linda, esa carrera no la olvido”.
En sus entrenamientos, los más pequeños que están iniciando en este deporte, la ven como referente y dan su máximo para seguirle el ritmo, y es que el cariño es mutuo, “son muy lindos, una niña de siete años me dice que yo quiero ser como usted y es algo tan bonito”. Sofia, corresponde a ese amor que ellos le manifiestan estando pendiente de su hidratación y disminuyendo la intensidad de su trote para que los niños no se queden atrás.
Hablando del lugar que la vio nacer menciona “a mí Granada me gusta mucho por lo calmado que es, la gente lo conoce a uno mucho, son muy amables”.
Dedicarse a sus estudios, su familia y al deporte requiere de disciplina, quizás por eso su mayor felicidad es “cuando estoy viendo mi proceso, que los entramientos si me están sirviendo para lograr lo que quiero y cuando estoy en una competencia y llego de primeras o de segundas, veo que si estoy progresando y que mi entrenamiento me está sirviendo para lograr lo que quiero”.
Seguir representando a Granada y al club Creafam, son las proyecciones de Sofia y el sueño para el que cada día trabaja sin pausa “lo que yo me sueño es yendo a los nacionales a ganarlos”, hace una pausa y finaliza “ojalá si sea así”.