Al ver su talento y disfrutar de su sazón, la animaron para que más personas saborearan sus preparaciones: donas y alfajores en diferentes presentaciones.
El mejor pago que un cliente puede hacer a un emprendedor es su satisfacción luego de probar el producto, “me hacen sentir muy feliz cuando me dicen estaba muy rico y vuelven a comprar”, estas palabras se convierten en una motivación para alcanzar su sueño “ser una chef profesional enfocada en la repostería y que el emprendimiento siga creciendo”.