De la cuenca de San Matías, la que adorna sus montañas con surcos de zanahoria, papa, entre otras hortalizas que con sus colores diversifican el paisaje, ese que oxigena de aire puro lo pulmones de Isa. El campo, la familia, la cicla y el amor por su oficio son la gasolina que llenan el tanque de motivación de esta joven que desde los catorce años decidió buscar una fuente de empleo en lo que le apasiona, embelleciendo las uñas de sus clientas.