Mientras amasa la mezcla de buñuelos, don Jesús relata que su día inicia a las 4 de la mañana. Todavía está oscuro cuando llega la buñuelería, luego se desplaza hasta Intercomputo y, al llegar allí, la trabajadora ya ha adelantado parte del proceso que consiste en preparar el queso con la harina, huevos, hacer la mezcla y molerla, para luego disponerse a darle forma a los buñuelos, fritarlos e iniciar con su distribución en las cafeterías alrededor de las 6 de la mañana.