La apicultura, una apuesta a la conservación y al fortalecimiento de la economía.

“Para mi Granada es el paraíso”, expresa Julio Agudelo Galeano, un granadino que ve el campo con ojos de turista, y es que para caminar en la zona rural junto a él hay que aceptar que a cada paso que da se queda observando y apreciando cada especie de fauna y flora que se encuentra en el camino y explicando a que familia pertenece.

Por Maria Londoño López. Comunicadora social

Julio, se dedica a la apicultura desde hace diez años, resalta la evolución que han tenido los que se dedican a este oficio; menciona de forma jocosa que lo más gratificante es “cuando uno vende la miel”, y seguidamente sonríe y hace énfasis, “casi todo el que se dedica al tema apícola es por la conservación, porque genera réditos ambientales”.

Sergio Giraldo, es otro apasionado por la apicultura y desde hace tres décadas se sumó a las personas que ven en el trabajo con las abejas una oportunidad de emprender mientras le aportan a la conservación de la naturaleza, “me fui encarretando…, uno va ayudando al medio ambiente por medio de las abejas en la polinización, y para uno es un orgullo que tiendo este apiario está ayudando al planeta.

La miel es el producto más conocido de este emprendimiento, Sergio nos cuenta que de allí también se deriva el polen, la cera, el propóleo, entre otros derivados que son de beneficio para el consumo.

A estos dos emprenderos, era imposible no preguntarles el sentimiento que les genera llevar sangre granadina, esa misma que a donde vaya, independiente del oficio que se desempeñe, siempre deja huella; por su parte Sergio, dice “De Granada me gusta todo, pues yo soy nacido y criado acá, la gente es muy colaboradora, muy echada para delante”.

Julio que tiene el privilegio de habitar este bello municipio desde los 5 años, expresa “de Granada me gusta todo, yo estudié toda la primaria en escuelas rurales y todo ese contacto con la naturaleza a uno lo va interviniendo y uno quiere integrase a ella”