El paso a paso de Ramón Yepes

El camino obligatorio y más transitado de don Ramón Yepes, es la avenida Colón, que comprende desde la entrada del colegio, pasando por la variante, siguiendo de largo por la Heladería La Junín hasta esconderse en la calle que hay detrás de la casa cural. Todo ese recorrido, se podría resumir diciendo que esa es la zona del comercio en Granada Antioquia, conocida también como la variante.

Por: Jeison A. Giraldo – Mazamorro

A paso lento, sin afán camina don Ramón, pero no solamente ahora que tiene algunos quebrantos notorios en sus pies, sino que toda la vida fue así. Ni jugando fútbol le metió turbina a sus pies, pues los que lo vieron algún día en las canchas, jugando fútbol, lo reconocen por su habilidad para controlar, hacer pases y mejorar las jugadas.

Para los jóvenes futboleros que no lo alcanzaron a verlo jugando, es casi que compararlo con un Macnelly Torres, o un Geovaany Hernández. Y esa astucia (en el buen sentido de la palabra) no solo la ha usado para jugar al fútbol, el cual es una de las pasiones de Ramón Yepes, también para desarrollar proyectos en todos los años que se ha desempeñado cómo delegado de Coogranada, como coordinador académico en el colegio, como papá, como esposo y como un amigo.

Le dicen “Santana” porque sus raíces son precisamente de ese corregimiento que se ubica a dos horas del casco urbano de Granada.  Hasta hace poco, fue educador, su último cargo fue el de coordinador académico en la institución educativa Jorge Alberto Gómez, INEJAGO.

En su paso por el colegio, promovió la lectura, fue una de las caras visibles del programa “Leer, escribir y conversar ¡Qué nota!” un espacio de 15 minutos que tenía todo el estudiantado antes de la jornada escolar, el programa nació en el año 1998 en el colegio y a lo largo de los años, ha ido trascendiendo hasta al punto de llegar a los medios de comunicación local. En la actualidad cada ocho días, los lunes, la emisora Granada Stereo, brinda un espacio en su parrilla de programación a todos estos jóvenes que gracias a esa propuesta que inició a finales del siglo pasado, muestran los frutos, la pasión y el resultado tan importante que ha tenido.

Cuando uno admira el trabajo de los que lo hacen bien, desea que su paso no sea tan efímero; porque don Ramón es una persona que le dedica todo el amor a las ideas que se le ocurren, que entre otras cosas, no dejan de ser importantes para el desarrollo del pueblo.

Aunque ya es un hombre pensionado, no deja de ser una persona a la que se le consultan ideas, es decir, no pierde vigencia. Dubian Giraldo, por ejemplo, es uno de los que tiene en cuenta a Don Ramón para programas que hace desde el canal Vahos Tv, algunos de ellos: Las entrevistas a los candidatos al concejo y alcaldía de Granada cada cuatro años, entre otras cosas, porque Dubian sabe que él es un personaje que le da altura y seriedad a esos temas tan agudos.

Es delegado de la cooperativa Coogranada, he sido testigo que don Ramón ha sostenido debates importantes de la forma más conciliadora y romántica para que la Supersolidaria no le quite el poder al campesino en la cooperativa. Además, genera espacios para que los delegados, hagan esa importante tarea de dar a conocer a los demás asociados los principales proyectos y programas que tiene la cooperativa.

Amante de la poesía y los medios de comunicación, por eso es que don Ramón Yepes luego de que el gobierno de Ernesto Samper diera la licencia para el funcionamiento de las emisoras comunitarias, aportó y aporta todavía, en algunos programas de la emisora, por mencionar algunos “Infórmese y aprenda” junto con Mario Gómez y José Carlos Tamayo, además Freddy Castaño, en sus dos administraciones lo ha llamado para que dirija el programa de la alcaldía.

Y así, paso a paso, sin apuros y con la mirada serena de quien sabe que ha vivido con propósito, don Ramón continúa recorriendo la variante en Granada, no solo con sus pies, sino con su historia. Cada saludo que recibe, cada niño que lo reconoce, cada joven que aún repite sus frases o recuerda sus consejos, son huellas invisibles que confirman que su legado no se jubila, que sigue vivo entre las esquinas del pueblo, entre los libros que ayudó a abrir y entre las voces que inspiró.

Porque hay personas que no necesitan hacer ruido para ser inolvidables, que no necesitan correr para llegar primero, y que no se retiran nunca del corazón de una comunidad. Don Ramón es uno de esos hombres que no solo camina por Granada, sino que la habita con dignidad, amor y sabiduría. Un maestro de la vida, un futbolista del alma, un sembrador de futuro que nos enseñó que el verdadero progreso se construye con tiempo, con palabras y con pasión.