Por: Emerson Vergara, locutor Granada Stereo.
Muchos campesinos sufrieron los estragos de la guerra, por lo que cientos de ellos emigraron a las diferentes ciudades de Colombia, donde de pronto encontraron refugio y algo de tranquilidad con familiares y amigos radicados allí.
Por medio de diferentes programas gubernamentales, muchos de esos desplazados retornaron a Granada, y muchos otros se adaptaron a esa selva de cemento, donde encontraron trabajo y otras actividades diferentes a las que habitualmente realizaban en el campo.
Hoy en día, se dice que Colombia, dentro de no muchos años, carecerá de mano de obra para la agricultura, y es que ya a los jóvenes del campo es poco o nada lo que les interesa la vida rural y en cambio sueñan con tener su propio negocio, un San Andresito, almacenes de ropa, carro o moto; en fin, el sueño del joven campesino de hoy es fuera de su parcela, de su terruño.
¿Qué irá a pasar en el mundo cuando por fin nos demos cuenta del valor que un campesino tiene para nuestras vidas?
¿Qué pasará cuando no encontremos en un supermercado papas, plátanos, yucas o frutas y legumbres de las que día a día consumimos, pero que nunca pensamos que tuvo que haber un campesino trabajando duro para que estos productos estuvieran en nuestra mesa?
Es difícil y hasta increíble sentarse uno a conversar con algunos de los jóvenes campesinos que han abandonado sus tierras buscando sueños en la ciudad, pues con la dureza del trabajo de una finca y las dificultades propias de labrar la tierra, para ellos no se pueden cumplir sus sueños con un azadón o un machete en la mano, y más aún cuando la labor del campesino es tan infravalorada, pues como él me decía, “nosotros traemos los productos frescos al pueblo, asumiendo fletes y demás, y no nos pagan lo que valen, y muchas veces se le pierde plata”.
Pero eso sí, vaya uno a una de tantas tiendas de cadena que conocemos y pagamos hasta un 70 u 80% más costoso el producto, pero de ese precio el campesino no queda con nada y es por eso mismo que el campo solo lo ven como un hobbie o un descanso cuando retornan a nuestro municipio.
