Por: Jeison A. Giraldo – mazamorro.
Hoy solo quedan restos de dos muchachos que, en su adolescencia, dieron lidia por las muchas travesuras que hicieron. Atrás quedaron sus malas relaciones con los profesores, sus chistes fuera y dentro del salón de clase.
Cada rato le tocaba ir al pobre “Piero” a dar la cara por ellos en el colegio, porque recibía queja de los profesores y aunque no estudiaban juntos (menos mal) era que no dejaban dar clase. Porque además de irreverentes, así como han sido toda la Familia de “los maquecos” John Jaime y Jostin tenían un repertorio de chistes y una buena cantidad de amigos a quien contárselos.
John Jairo Berrio aunque propiamente no era granadino, llegó a Granada y se quedó. Su hogar lo construyó junto a Angela “maqueca” y de esa unión nacieron John Jaime, Jostin y Johan. La popularidad de John Jairo se fue extendiendo en el pueblo porque además de ser un enamorado del deporte, mostró su destreza para pintar. Así fue como se la rebuscó durante su estadía en Granada.
Pero no solamente eso, John Jairo tenía un parecido con el cantante argentino Piero y por eso fue que de ahí en adelante todo el mundo lo siguió llamando así. Piero entonces ya no se llamaba Jon Jairo.
Yo que he tenido la oportunidad de ser amigo de “los hijos de Piero” doy fe que desde siempre ellos mostraron su interés por seguir las líneas del papá y en los cuadernos podía ver dibujos que fueron sembrando en ellos, el amor por la pintura.
Aunque “Inquietos” como los bautizo su papá, John Jaime y Jostin cuando se trataba de cosas serias, lo hacían bien. Por ejemplo, cuando formaban en la banda marcial juvenil, o qué hablar de la disciplina que tenían para salir en las tardes después del colegio a practicar Parkour, o la moral a la hora de ensayar cuando les dio por montar su propia banda de Rock y a medida que iban creciendo, ellos se daban cuenta que deberían comenzar a figurar ante la sociedad como unos caballeros.
Entonces fue así que comenzaron a tener una forma de trabajo, John Jaime luego de sacar grado y al mismo ritmo de su trabajo en la ciudad, siguió puliendo de una forma empírica su talento para la pintura, mientras que Jostin con la misma calidad y delicadeza con la que cogía el balón de fútbol para hacerlo dormir en el fondo de la red, también hizo lo mismo.
Los dos en sus redes sociales promocionan cuadros realizados por ellos mismos y les ha permitido ganar reconocimiento. Y aunque es poco lo que hemos hablado de Johan, el menor, también es un hombre que de a poco se le ven su gusto por los instrumentos musicales, pasión que sus dos hermanos ya recorrieron y que no dejan del todo.
Hoy “Piero” no esta entre nosotros, pero inculcó en sus hijos “Los Inquietos”el amor por el arte y la pintura.