Por: Maria Londoño.
A Isabella Guarín, me la imagino como a todos los niños que a la edad de 6 – 7 años llegan de la escuela y que casi ni tiempo tienen de almorzar porque son incontables los procesos culturales a los que asisten, “cuando yo era pequeña practicaba de todo, estaba en teatro, pintura, en otros deportes, patinaje, pero realmente ver todo mi entorno tan apasionado a esto me hizo amarlo y quedarme en él”.
La constancia y la disciplina le han permitido representar a Granada en diferentes torneos, vestir la camiseta de Antioquia y soñar con hacer parte de la tricolor, “ahora que estoy en un proceso de pre Selección Colombia y que veo que es posible logar muchísimas más cosas a partir de esto, me siento muy feliz”.
El baloncesto no solamente ha sido un proceso de formación en lo deportivo, sus compañeras y entrenadores son los primeros en alentar cuando los resultados no son favorables, “además de ser una deportista, el baloncesto me ha enseñado a ser persona”.
Su madre, Yolanda, es otra apasionada por el deporte de la pelota naranja, “mis papás en el proceso han sido piezas fundamentales, sobre todo mi mamá, porque fue ella quien me enseñó y me inculco el amor por este deporte”.
Sentirse afortunado del lugar en donde nació, es común en los granadinos “me gusta este municipio, me siento muy orgullosa de ser granadina, porque llegar a una Selección Antioquia y luego a una pre Selección Colombia y decir yo vengo de un pueblo, y lo que más enorgullece es el carisma de la gente, lo capaces que somos de salir adelante a pesar de las circunstancias, que es gente que siente por los demás…”.
Isabella, sin duda es un referente para los niños que, como ella, les apasiona el baloncesto “yo le quiero decir a todos los niños que crean en ellos, que luchen por sus sueños, que se esfuercen por ser felices, por hacer eso que les gusta apasionadamente”.