Por: Jeison A. Giraldo.
Fue muy duro, la gente se llenó de pánico porque tus palabras fueron muy proféticas y aunque no sabíamos bien lo que iba a pasar, tus palabras no fueron suficientes para preparar nuestros corazones a tan semejantes cosas.
Padre Adán, le cuento que un año después de su muerte, los paramilitares, vinieron y le dispararon a todo lo que se movía y un mes después, la guerrilla en una forma de querer mostrar más poder, destruyó la variante.
Si padre, la variante… Qué lástima tener que contarle esto. Las calles por donde usted tantas veces pasó bendiciendo, a principios del siglo se convirtieron en campos de batalla.
Pero no todo es malo, usted sabe que los granadinos somos muy echados para adelante y pocos años después logramos reconstruir a Granada. Un paisano suyo, el padre Oscar Orlando fue quien nos subió la moral.
En el año 2008 a la parroquia llegó un cura parecido a usted, que tiene hasta los mismos caprichos, y al igual que usted, también se ha ganado el corazón de los fieles.
Aunque han sido muy duras las cosas que hemos pasado, el todo poderoso nos ha dado la valentía para superarlas. Actualmente seguimos haciendo cosas para que Granada siga siendo una bonita cara para presentar ante el mundo.
No ha sido fácil padre, ha sido un proceso duro. Ya no queremos saber más de violencia, ya eso lo vamos a dejar atrás. Ya descubrimos las cosas que iban a pasar en el 2000, sobrevivimos a todo eso. Usted marcó en los granadinos muchas cosas y todavía lo recordamos por sus dichos, por sus chistes y por todo lo que aportó en la evangelización.
Padre, para terminar, quiero contarle que lo único que va a quedar sin cumplirse de todo lo que usted dijo que iba a pasar es que entechen la vía Granada – San Carlos, porque ya por fin la pavimentaron.